Título de la Obra de Teatro: Blancanieves
Autor: Hermanos Grimm
Autora de la adaptación: Georgina Gimenez
Personajes:
- Narrador
- Reina/Madrastra
- Blancanieves
- Cazador
- Espejo
- Enanitos
- Príncipe
Acto I:
(Entra la Reina, sentada junto a una ventana, cosiendo. La nieve cae suavemente afuera.)
Reina: Oh, cómo deseo tener una hija tan blanca como la nieve, con mejillas sonrosadas como la sangre y cabellos negros como el ébano.
Narrador: Y así fue. La Reina dio a luz a una hermosa niña, a la que llamó Blancanieves. Pero la felicidad fue breve, pues la Reina murió poco después del nacimiento de su hija.
(El Rey entra con Blancanieves en brazos.)
(Cambio de escena: La madrastra frente al espejo mágico.)
Madrastra: Espejito, espejito, ¿quién es la más hermosa de este reino?
Espejo: Tú eres la más hermosa, mi Reina.
Narrador: Pero un día, cuando Blancanieves cumplió siete años, la respuesta del espejo cambió.
Espejo: Ya no eres la más hermosa, mi Reina. Blancanieves es ahora la más hermosa.
Madrastra: Eso no puede ser, deberé deshacerme de ella.
(Procede a hacer un trato con un cazador para deshacerse de ella).
Acto II:
(En el bosque, el Cazador lleva a Blancanieves de la mano.)
Cazador: No puedo hacerte daño, Blancanieves. Huye y no regreses al castillo.
(Blancanieves corre y encuentra la casita de los enanitos.)
Blancanieves (Entrando en la casa): ¡Qué casa tan pequeña! Estoy tan cansada… (Se acuesta en una de las camitas.)
(Los enanitos entran y descubren a Blancanieves.)
Enanito 1: ¡Alguien ha comido de mi plato!
Enanito 2: ¡Alguien ha usado mi tenedor!
Enanito 3: ¡Alguien duerme en nuestra cama!
(Blancanieves se despierta y les cuenta su historia.)
Enanito 4: Puedes quedarte con nosotros, pero no debes abrir la puerta a nadie cuando no estemos.
Acto III:
(La Madrastra frente al espejo mágico.)
Madrastra: Espejito, espejito, ¿quién es la más hermosa ahora?
Espejo: Blancanieves, mi Reina.
Narrador: Llena de furia, la Madrastra se disfrazó de campesina y preparó una manzana envenenada.
(La Madrastra llega a la casita de los enanitos.)
Madrastra (Desde afuera): ¡Manzanas frescas! ¡Lindas y jugosas manzanas!
Blancanieves (Asomándose por la ventana): No puedo abrir a nadie.
Madrastra (Sonriendo): Solo toma una manzana, querida.
(Blancanieves toma la manzana y da un mordisco, cayendo al suelo.)
Narrador: Cuando los enanitos regresaron y encontraron a Blancanieves, creyeron que estaba muerta. La colocaron en una caja de cristal y la llevaron a la cima de la montaña.
Acto IIII:
(El Príncipe y sus hombres encuentran la caja de cristal.)
Príncipe (Deseando): ¡Qué hermosa joven! Debo llevarla a mi castillo.
(Los hombres levantan la caja y tropiezan. La manzana se desprende de la garganta de Blancanieves, quien despierta.)
Blancanieves (Confusa): ¿Dónde estoy?
Príncipe: Estás a salvo, mi amor. Te cuidaré siempre.
Narrador: Y así, Blancanieves y el Príncipe se casaron y vivieron felices en su castillo, mientras la malvada madrastra se desvanecía, derrotada por la bondad y el amor.
FIN