Adaptación a la obra: Los Tres Cerditos (5 personajes)

Esta es una obra sobre tres cerditos y sus aventuras llena de persecuciones, trampas, lecciones y diversión, para que los niños reconozcan el valor del trabajo y las desventajas de la pereza. Es para 5 personajes.

Obra corta de teatro Los Tres Cerditos

Título de la Obra de Teatro corta: Los Tres Cerditos

Autor: Joseph Jacobs
Adaptación a la obra: Georgina Gimenez

Personajes:

  1. Cerdito Pequeño
  2. Cerdito Mediano
  3. Cerdito Mayor
  4. Narrador
  5. Lobo

Acto I:

Ambientación: Un claro en el bosque. Hay árboles altos y verdes rodeando el escenario. En el centro, se ven los tres cerditos conversando, con herramientas y materiales de construcción esparcidos a su alrededor.

Narrador: Había una vez tres hermanos cerditos que vivían en el bosque. Como el malvado lobo siempre los estaba persiguiendo para comérselos, dijo un día el mayor…

Cerdito Mayor: Tenemos que hacer una casa para protegernos del lobo. Así podremos escondernos dentro de ella cada vez que el lobo aparezca por aquí.

Cerdito Pequeño: Sí, es una buena idea.

Cerdito Mediano: Pero, ¿de qué material la construiremos?

Narrador: Los cerditos no se ponían de acuerdo respecto a qué material utilizar. Al final, decidieron que cada uno la hiciera de lo que quisiese.

Cerdito Pequeño: Yo la haré de paja. Así terminaré rápido y podré irme a jugar.

Cerdito Mediano: Yo la haré de madera. Es más resistente que la paja y tampoco me llevará mucho tiempo.

Cerdito Mayor: Yo la haré de ladrillos, aunque tarde más. Será fuerte y resistente, además así podré hacer una chimenea para calentarme en invierno.

Narrador: Y así, cada cerdito comenzó a construir su casa con el material que eligió.

Acto II:

Ambientación: El escenario muestra las tres casas terminadas. La casa de paja a la izquierda, la de madera en el centro y la de ladrillos a la derecha. Cada casa está decorada con detalles según su material.

Narrador: Cuando los tres acabaron sus casas, se metieron cada uno en la suya y entonces apareció por ahí el malvado lobo. Se dirigió a la casa de paja y llamó a la puerta…

Lobo: Anda cerdito, sé bueno y déjame entrar…

Cerdito Pequeño: ¡No! ¡Eso ni pensarlo!

Lobo: ¡Pues soplaré y soplaré y la casita derribaré!

Narrador: Y el lobo empezó a soplar y a soplar. La débil casa acabó viniéndose abajo, pero el cerdito pequeño echó a correr y se refugió en la casa de su hermano mediano, que estaba hecha de madera.

Lobo: Anda cerditos, sed buenos y dejadme entrar…

Cerdito Pequeño y Mediano: ¡No! ¡Eso ni pensarlo!

Lobo: ¡Pues soplaré y soplaré y la casita derribaré!

Narrador: El lobo empezó a soplar y a soplar y aunque esta vez tuvo que hacer más esfuerzos para derribar la casa, al final la madera acabó cediendo y los cerditos salieron corriendo en dirección hacia la casa de su hermano mayor.

Acto III:

Ambientación: La casa de ladrillos del cerdito mayor está en el centro del escenario, robusta y bien construida, con una chimenea visible. El escenario tiene un ambiente de seguridad y refugio.

Narrador: El lobo estaba cada vez más hambriento así que sopló y sopló con todas sus fuerzas, pero esta vez no tenía nada más que hacer porque la casa no se movía ni siquiera un poco. Dentro, los cerditos celebraban la resistencia de la casa de su hermano y cantaban alegres por haberse librado del lobo…

Cerditos: ¿Quién teme al lobo feroz? ¡Nadie!

Narrador: Fuera, el lobo continuaba soplando en vano, cada vez más enfadado. Hasta que decidió parar para descansar y entonces reparó en que la casa tenía una chimenea…

Lobo: ¡Ja! ¡Pensaban que se iban a librar de mí! ¡Subiré por la chimenea y me los comeré a los tres!

Narrador: Pero los cerditos le oyeron, y para darle su merecido llenaron la chimenea de leña y pusieron al fuego un gran caldero con agua…

Lobo: ¡Ahhhh! ¡Me quemo!

Narrador: Así, cuando el lobo cayó por la chimenea, el agua estaba hirviendo y se pegó tal quemazo que salió gritando de la casa y no volvió a comer cerditos en una larga larga temporada.

Cerdito Mayor: ¡Lo logramos, hermanos! ¡Estamos a salvo!

Cerdito Mediano: ¡Sí, gracias a tu casa de ladrillos!

Cerdito Pequeño: ¡Y a nuestra unión!

Narrador: Y así, los tres cerditos vivieron felices y seguros en la resistente casa de ladrillos.

FIN

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