Adaptación a la obra: Ricitos de Oro (5 personajes)

Esta obra de teatro es ideal para una representación divertida y educativa, mostrando la importancia de respetar el espacio y las pertenencias de los demás. Es ideal para 5 personajes.

Obra de teatro corta de Ricitos de Oro y los tres osos

Título de la obra: Ricitos de Oro y los Tres Osos

Autor: Robert Southey
Adaptación a la obra: Georgina Gimenez

Personajes:

  1. Narrador
  2. Papá Oso
  3. Mamá Osa
  4. Bebé Oso
  5. Ricitos de Oro

Acto I:

Ambientación: El escenario muestra una acogedora casa en el bosque. En el centro, una mesa con tres bowls de avena y tres sillones. La familia de osos está preparándose para salir.

Narrador: Había una vez una casita en el corazón del bosque, donde vivían papá oso, que era grande y fuerte; mamá osa, que era dulce y redonda; y el pequeño bebé oso.

Mamá Osa (Con ternura): El desayuno está listo, queridos. Como cada mañana, he preparado un bol grande para papá oso, uno mediano para mí, y uno pequeñito para nuestro bebé oso.

Papá Oso (Con voz firme: ¡Gracias, mamá osa! Ahora salgamos a dar nuestro paseo matutino por el bosque antes de comer.

(Los tres osos salen de la casa, caminando hacia el bosque. Mientras tanto, Ricitos de Oro aparece en escena.)

Narrador: Mientras los osos paseaban, una niña llamada Ricitos de Oro, que estaba recogiendo juncos, se adentró en el bosque más de la cuenta y llegó a la casa de los tres osos.

Ricitos de Oro (Admirando la casa): ¡Qué casa tan bonita! Me pregunto quién vivirá aquí. Voy a echar un vistazo…

(Ricitos de Oro, curiosa, se acerca a la puerta y la abre lentamente.)

Acto II:

Ambientación: El escenario muestra el interior de la casa de los osos, con tres sillones de diferentes tamaños.

Narrador: Al no ver a nadie y con la puerta abierta, Ricitos de Oro decidió entrar. Lo primero que vio fueron tres sillones en el salón.

Ricitos de Oro (Sentándose en el sillón grande): Este sillón es demasiado duro. (Se levanta y se sienta en el sillón mediano) Este es demasiado mullido. (Finalmente se sienta en la mecedora) ¡Este es perfecto!

(De repente, la mecedora se rompe y Ricitos de Oro se levanta asustada.)

Ricitos de Oro: ¡Oh no! ¡La he roto!

(Ricitos de Oro se levanta rápidamente y se dirige a la cocina, donde ve los tres bowls de avena.)

Ricitos de Oro (Aspirando el aroma): ¡Qué bien huele! Debo probarlos.

(Ricitos de Oro prueba el bol grande.)

Ricitos de Oro: ¡Uf! Este está demasiado caliente.

(Prueba el bol mediano.)

Ricitos de Oro: ¡Demasiado salado!

(Prueba el bol pequeño.)

Ricitos de Oro: ¡Mmm, este está delicioso! ¡Es justo como me gusta!

(Ricitos de Oro se come todo el bol de avena y luego se siente cansada.)

Ricitos de Oro: Ahora necesito una siesta…

(Ricitos de Oro sube al segundo piso, donde hay tres camas.)

Narrador: Al subir, encontró una habitación con tres camas. Probó la más grande, pero no llegaba porque era la cama de papá oso.

Ricitos de Oro (Tratando de subirse a la cama grande): ¡No llego! Esta es demasiado alta.

(Prueba la cama mediana.)

Ricitos de Oro: Esta es demasiado mullida.

(Finalmente, se acuesta en la cama pequeña y se queda dormida.)

Acto III:

Ambientación: El escenario muestra la casa con los tres bowls de avena vacíos y las camas arriba. Los tres osos regresan de su paseo.

Narrador: Los osos volvieron de su paseo y rápidamente se dieron cuenta de que alguien había entrado en su casa.

Papá Oso (Enojado): ¡Alguien se ha sentado en mi sillón!

Mamá Osa (Con voz dulce): En el mío también…

Bebé Oso (Llorando): ¡Y alguien ha roto mi mecedora!

(Los tres osos entran en la cocina y ven los bowls de avena.)

Papá Oso (Molesto): ¡Alguien ha probado mi desayuno!

Mamá Osa (Triste): Parece que el mío también…

Bebé Oso (Llorando): ¡Y alguien se ha comido el mío!

(El bebé oso mira hacia arriba y nota que alguien está en su cama.)

Bebé Oso: ¡Mirad! ¡Hay una niña en mi cama!

(En ese momento, Ricitos de Oro se despierta, ve a los tres osos, y se asusta.)

Ricitos de Oro (Saltando de la cama): ¡Oh no!

(Ricitos de Oro sale corriendo del escenario, dejando atrás incluso sus zapatos.)

Narrador: Asustada, Ricitos de Oro corrió lo más rápido que pudo, dejando atrás incluso sus zapatos. Y así, los osos recuperaron la tranquilidad en su hogar.

(Los osos se reúnen en el centro del escenario y hacen una reverencia al público.)

FIN

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