Adaptación a la Obra de teatro: El flautista de Hamelín (5 personajes)

Obra de teatro corta sobre la clásica historia de El Flautista de Hamelín.
Esta obra es ideal para transmitir valores importantes como la justicia, la honestidad y las consecuencias del engaño. Además, su estructura permite una representación sencilla pero impactante. Puede ser para más de 5 personajes.

Obra de teatro corta el flautista de hamelín

Título de la obra corta: El Flautista de Hamelín

Autor: Hermanos Grimm

Adaptación a la obra: Georgina Gimenez

Personajes:

  1. Narrador
  2. Alcalde
  3. Flautista
  4. Ciudadanos de Hamelín
  5. Niños de Hamelín

Acto I:

Ambientación: El escenario muestra la ciudad de Hamelín, con casas medievales, una plaza central y murallas al fondo. La luz es cálida, reflejando la prosperidad y la felicidad de los ciudadanos.

Narrador: Hace mucho, mucho tiempo, existía una ciudad llamada Hamelín, en Alemania. Era una ciudad próspera, rodeada por murallas, y sus habitantes vivían felices… hasta que un día…

(La luz cambia a una tonalidad más oscura y se escucha el sonido de ratas invadiendo la ciudad.)

Ciudadano 1 (Alarmado): ¡Ratas! ¡Las ratas han invadido la ciudad!

Ciudadano 2 (Asustado): ¡Están por todas partes! ¡No hay rincón en Hamelín que esté a salvo!

Narrador: Las ratas invadieron Hamelín en tal cantidad que ni los gatos, ni las trampas, ni siquiera el matarratas lograron detenerlas. Desesperados, los ciudadanos acudieron al alcalde.

Alcalde (Preocupado, hablando a los ciudadanos): ¡No temáis, haremos todo lo posible para librarnos de estas plagas!

(Los ciudadanos murmuraban entre ellos, mostrando su preocupación.)

Narrador: Fue entonces cuando un misterioso flautista llegó a la ciudad, prometiendo solucionar el problema de las ratas.

Flautista (Dirigiéndose al alcalde): Buen señor, puedo libraros de estas ratas con el poder de mi música, pero a cambio os pediré mil monedas de oro.

Alcalde (Desesperado): Si lográis hacerlo, os daré un millón de monedas si es necesario.

Acto II:

Ambientación: El escenario muestra la plaza central de Hamelín, ahora infestada de ratas. El flautista se encuentra en el centro, rodeado de ciudadanos expectantes.

Narrador: El flautista tomó su flauta de madera y comenzó a tocar una melodía. Al instante, las ratas salieron de todos los rincones, hipnotizadas por la música.

(El flautista comienza a caminar, seguido por actores disfrazados de ratas o figurines que representan ratas que siguen su música.)

Flautista (Tocando la flauta mientras camina): Síganme, criaturas, fuera de la ciudad.

Narrador: Las ratas, fascinadas por la música, siguieron al flautista hasta las orillas del río, donde, al llegar al agua, cayeron y murieron ahogadas.

(El flautista sale del escenario, mientras las «ratas» desaparecen en el fondo.)

Narrador: Hamelín estaba finalmente libre de ratas. El flautista volvió a la ciudad para reclamar su recompensa.

Flautista (Hablando al alcalde): Señor alcalde, he cumplido mi parte del trato. Ahora os pido las mil monedas de oro que acordamos.

Alcalde (Con una risa maliciosa): ¿Mil monedas de oro por una simple melodía? ¡Os daré cien monedas, y dad gracias por ello!

Narrador: El flautista, indignado por el engaño del alcalde, decidió tomar una drástica venganza.

Acto III:

Ambientación: El escenario muestra la misma plaza, ahora con un ambiente tenso. El flautista, lleno de furia, comienza a tocar de nuevo su flauta, pero esta vez la melodía es diferente.

Narrador: El flautista, enfurecido, volvió a tocar su flauta, pero esta vez no fueron las ratas las que respondieron, sino los niños de Hamelín.

(Los niños comienzan a salir de las casas, siguiendo al flautista con expresiones de asombro y alegría.)

Flautista (Tocando la flauta mientras camina): ¡Seguidme, pequeños, a un lugar donde nunca más seréis engañados!

Narrador: Los niños de Hamelín siguieron al flautista fuera de la ciudad, y nunca más se les volvió a ver.

Alcalde (Desesperado, corriendo hacia la salida de la ciudad): ¡Esperad! ¡Volved! ¡Os daré las mil monedas! ¡Lo que queráis, pero devolvednos a nuestros niños!

Narrador: Pero el flautista ya no escuchaba. Había desaparecido, llevándose consigo a todos los niños, y Hamelín quedó sumida en la tristeza y la desolación.

(El escenario se oscurece mientras los actores se alejan.)

Narrador: Y así, por la avaricia y el engaño, Hamelín perdió lo más valioso que tenía. Que esta historia nos recuerde siempre la importancia de cumplir nuestras promesas y actuar con justicia.

FIN

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