Adaptación a la obra: Rapunzel (6 personajes)

Esta es una obra de teatro corta para adolescentes, sobre la clásica historia de Rapunzel, para 6 personajes.

Obra de teatro corta Rapunzel para 6 personajes

Título de la Obra: Rapunzel

Autor: Hermanos Grimm

Adaptación a la obra: Georgina Gimenez

Personajes:

  1. Narrador
  2. Rapunzel
  3. Bruja
  4. Esposo
  5. Esposa
  6. Príncipe

Acto I:

Ambientación: Un hogar humilde, decorado con muebles rústicos. A un lado, una ventana que da al jardín de la bruja, lleno de flores exóticas y misteriosas. El escenario está iluminado por una luz suave que representa la tranquilidad de la vida cotidiana.

Narrador: Había una vez un matrimonio que deseaba con todo su corazón tener un hijo. Un día, mientras la esposa miraba por la ventana, sus ojos se posaron en un jardín cercano, lleno de flores hermosas y ruiponces frescos. Pero ese jardín pertenecía a una bruja malvada…

Esposa (Mirando por la ventana): ¡Oh, qué hermosos ruiponces! ¡Daré cualquier cosa por probarlos!

Esposo: Querida, sabes que es peligroso. Ese jardín pertenece a la bruja.

Esposa: ¡No puedo vivir sin ellos! ¡Moriré si no los pruebo!

Narrador (Mientras el esposo se mueve hacia la ventana): El amor por su esposa era tan grande que el esposo decidió arriesgarse. Esa noche, saltó al jardín para recoger los ruiponces, sin saber el precio que tendría que pagar.

Bruja (Aparece de repente, enfrentándose al esposo): ¡Qué haces en mi jardín, ladrón!

Esposo (Asustado): ¡Perdón, señora bruja! Mi esposa… ella… necesita estos ruiponces…

Bruja : Te perdonaré, pero a cambio me entregarás el hijo que tu esposa espera cuando nazca. (El esposo asiente tembloroso)

Narrador: Y así, la bruja selló su malvado trato, tomando a la pequeña Rapunzel cuando nació y llevándola a una torre en el bosque.

Acto II:

Ambientación: El escenario ahora muestra una torre alta y solitaria en medio de un denso bosque. No hay puertas, solo una ventana en la parte superior, de la cual cuelga una larga trenza dorada. La luz es tenue, con un foco que ilumina la torre.

Narrador: Rapunzel creció en esa torre, sin conocer el mundo exterior. Su única compañía era la bruja, quien cada día la visitaba.

Bruja (Gritando desde abajo): ¡Rapunzel, deja caer tus cabellos!

Rapunzel (Desde la ventana, soltando su trenza): ¡Aquí están, señora!

Narrador: Pero un día, cuando Rapunzel estaba cantando desde lo alto de la torre, un príncipe que pasaba por allí quedó cautivado por su voz.

Príncipe (Desde un lado del escenario, mirando hacia la torre): ¡Qué melodía tan hermosa! ¿De dónde vendrá?

Narrador: El príncipe observó cómo la bruja llamaba a Rapunzel y decidió hacer lo mismo al día siguiente.

Príncipe (Gritando desde abajo): ¡Rapunzel, deja caer tus cabellos!

Rapunzel (Dejando caer la trenza y sorprendida al ver al príncipe subir): ¿Quién eres?

Príncipe (Sonriendo): Soy un príncipe. Escuché tu canto y no pude evitar venir a conocerte.

Narrador: Los días pasaron, y el príncipe visitaba a Rapunzel cada noche, hasta que ella aceptó casarse con él. Pero la bruja pronto descubrió su secreto…

Bruja (Enfurecida): ¡Me has estado engañando, Rapunzel! (Corta la trenza de Rapunzel) ¡Serás desterrada a un lugar lejano!

Narrador (Mientras la bruja se lleva a Rapunzel): La bruja, llena de ira, envió a Rapunzel lejos y esperó al príncipe en la torre, lista para castigarle.

Acto III:

Ambientación: El escenario ahora muestra un paisaje solitario y desolado, donde Rapunzel vive en el exilio. Un bosque oscuro rodea el área. La luz es fría y tenue, reflejando la tristeza de Rapunzel.

Narrador (Con voz triste): El príncipe regresó a la torre, pero en lugar de Rapunzel, encontró a la bruja.

Bruja (Con voz burlona): ¡Nunca volverás a ver a Rapunzel! (Lanza un hechizo) ¡Ahora, estarás ciego para siempre!

Narrador: El príncipe, ahora ciego, vagó por el bosque, perdido y desesperado, hasta que un día…

Príncipe (Tropezando en la oscuridad): ¿Dónde estoy? ¿Qué será de mí sin mi amada Rapunzel?

Rapunzel: (Corriendo hacia él, sorprendida) ¡Príncipe! ¡Eres tú!

Narrador: Rapunzel reconoció al príncipe de inmediato y, al verlo ciego, sus lágrimas cayeron sobre sus ojos. Y como por arte de magia, el hechizo se rompió, devolviéndole la vista.

Príncipe (Abriendo los ojos y abrazando a Rapunzel): ¡Rapunzel! ¡Puedo verte de nuevo!

Narrador: (Con tono feliz) Juntos, volvieron al palacio, donde vivieron felices por siempre.

FIN

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