Título de la obra: «El imaginario de un lunes»
Texto basado en la rutina de cuatro trabajadores de oficina.
Autora: Leslye Rivera Casanoba
4 personajes:
- ACTOR 1
- ACTOR 2
- ACTOR 3
- ACTOR 4
ESCENARIO: Al centro del escenario se ubican cuatro mesas y cuatro sillas simulando escritorios de oficina. Una de las sillas debe tener ruedas. Sobre cada mesa se ubica un computador y una taza de té. Los actores se ubican en cada escritorio redactando un informe. De vez en cuando cada actor mira la pantalla de su computador o toma la taza para beber. De fondo se escuchan voces de personas, teclas y ruidos de oficina.
PRIMERA ESCENA:
ACTOR 1: (Sale de su escritorio y camina hacia el centro del escenario). ¿Qué pasaría si dejo de hacer lo que suelo hacer? (Pausa) ¿Qué ocurriría si en este momento guardo silencio y dejo mi cuerpo paralizado? (Mira hacia los demás actores. Los tres se paralizan al mismo tiempo mirando fijamente al público) Trataré de hacerlo para ver qué pasa (Vuelve a su ubicación y se une a los demás. Todos siguen paralizados).
ACTOR 2: (Sale de su escritorio y camina hacia el centro del escenario). En dos horas, Bárbara, mi compañera de oficina, haría preguntas sobre lo cotidiano y nadie le respondería. Probablemente, al no escuchar mi voz, repetiría mi nombre más de dos o tres veces y preguntaría ¿Estás bien? ¿Te pasa algo? (Pausa) Sí, de seguro lo preguntaría. Después, se acercaría a mi oficina (Camina hacia los actores) y me vería quieta, sin pestañar. Pensaría tal vez sobre la aparición de una parálisis corporal a mitad de tarde, la recepción de una mala noticia o que simplemente enloquecí pensando en las compras de navidad. Me apoyaría a duras penas en su hombro… ¡mejor que eso! me llevaría en la misma silla del computador hasta el estacionamiento (Mueve al actor que está sentado en la silla con ruedas y comienza a moverlo por el escenario. El actor que va sentado sigue paralizado). Dentro de todo, resultaría mucho más cómodo para ella. Ahora sí (Lo ubica nuevamente en su posición) me cargaría a duras penas para entrar al auto y nos dirigiríamos al centro médico más cercano. Si lo pienso bien, estaría en buenas manos (El actor vuelve a su escritorio y todos comienzan a teclear nuevamente).
ACTOR 3: (Sale de su escritorio y camina hacia el centro del escenario). ¿Qué pasaría si de golpe dejo de hacer lo que regularmente hago? (Los tres actores sentados se paralizan nuevamente mirando fijamente al público). En media hora, o menos, tomaría conciencia de mi respiración (Respira profundo tres veces) viviría el momento presente e identificaría a la perfección mis sensaciones corporales, acción que deberíamos hacer constantemente según los sabios del yoga y la meditación. (Sigue caminando) Reflexionaría sobre los motivos de hacer esto, de la vida que llevo, de mis logros y de lo que deseo alcanzar. Me sentiría una persona relajada, creativa e innovadora. Diferente a los demás. Tendría mayor agudeza visual. Desarrollaría mi poder de concentración (Mira fijamente al público) e intentaría cambiar la música de youtube con el poder de mi mente. Escucharía atentamente los sonidos del exterior y las conversaciones de personas, amigas o enemigas, que caminan por la calle. (Pensando) Quizás mi nombre estaría registrado en los records guinness por mantener la inmovilidad por tanto tiempo (Reflexiona) Suena bastante interesante… (El actor vuelve a su escritorio y todos comienzan a teclear nuevamente).
ACTOR 4: (Sale de su escritorio y camina hacia el centro del escenario). ¿Qué sucedería si dejo de enviar correos electrónicos y permanezco estático en la silla de mi oficina? (Los tres actores sentados se paralizan nuevamente mirando fijamente al público). En una hora, mis piernas y brazos estarían totalmente adormecidos. Intentaría cambiar de posición, pero esa regla no estaría permitida. Me dolería el cuello, los hombros y la espalda. Tendría la boca seca y unas ganas enormes de ir al baño. (Comienza a sentir angustia) Mis ojos comenzarían a arder al no poder pestañar, las lágrimas comenzarían a caer y me picarían las mejillas al sentir las gotas bajar desde mis ojos. En definitiva, mi cuerpo estaría a punto de bajar la guardia. Mi mente divagaría. Pensaría que hago el ridículo, que soy una persona demasiado aburrida, ociosa y que a nadie se le ocurriría hacer algo así un lunes en la tarde. (Con cierto alivio) Probablemente pensaría en lo afortunada que soy de tener la oportunidad de hacer esta proeza sin ser interrumpida. No. Los pensamientos positivos a estas alturas ya se hubiesen esfumado. (Reflexivo) Pensaría quizás en el costo de un masaje corporal y en todo lo que haría después de finalizada mi gran estúpida hazaña… (Pausa) Comería algo dulce sí o sí. (El actor vuelve a su escritorio y todos comienzan a teclear nuevamente).
ACTOR 1: (Sale de su escritorio y comienza a caminar hacia el centro del escenario). ¿Qué pasaría si en este segundo me detengo y dejo de hacer mi trabajo habitual? (Los tres actores sentados se paralizan nuevamente mirando fijamente al público). Probablemente no me importaría. Lo tomaría con naturalidad. Después de todo, tendría tiempo suficiente para hacerlo. No tengo hijos, plantas ni mascotas de que preocuparme. No tengo obligaciones laborales importantes ni trámites pendientes. No tengo mayores desafíos. Mis padres mantendrían su rutina diaria y mis hermanas seguirían entusiasmadas por el reencuentro familiar, los estudios, becas y viajes por planificar. Mis amigos en sus cosas… En definitiva…
ACTOR 2-3-4: (Al unísono) Todo seguiría igual.
ACTOR 1: (Suspira) Si les confieso algo… realmente me sentiría desilusionado al pensar que este insólito desafío no fuese conocido por el mundo. Ah!… (Toma la taza de té) y el té se enfriaría. (El actor vuelve a su escritorio y todos comienzan a teclear nuevamente. Vuelve el ruido ambiente).
Luces apagadas. Música de fondo. Cierre de Telón.
Presentación de obra de teatro sobre seguridad en las empresas, para el 28 de abril en corporativo de México.