Título de la obra: «Hermanas»
Autora: Janet Mora
3 personajes:
- Mamá (40 años)
- Ela (7 años)
- Helena (9 años).
AMBIENTACIÓN: En una tienda de ropa, vemos a dos niñas y su madre escogiendo algunas prendas.
INTRODUCCIÓN: Ela y Helena están dentro de los probadores midiéndose algunos vestidos. Vemos a Mamá sentada en frente de los probadores con varias piezas de ropa en la mano, esperando por Ela y Helena.
ACTO 1
Helena: (saliendo del probador con una alegría notoria) Oh mamá, mírame, mira qué hermoso se me ve este vestido! Su color rosado resalta mi piel canela.
Mamá: Si Helena, de verdad que ese vestido te sienta muy bien. Por qué no te pruebas este y así vemos más opciones? (entregándole uno de los vestidos que sostenía en la mano).
Helena: En seguida vuelvo…
Se abre la puerta del otro probador y sale Ela.
Ela : (con cara de decepción) Mamá, este vestido verde no me gusta nada. Creo que el color resalta mucho mi pancita haciéndome ver como una rana gorda.
Mamá: Pero qué cosas dices, Ela! Te ves bien. Y el verde hace resaltar tus ojos marrones.
Ela: (con una lágrima bajándole de un ojo) No estoy segura de eso.
Se abre de golpe la puerta del otro probador y sale Helena bailando.
Helena: (gritando de emoción) Mamá, Mamá, este vestido verde sin duda alguna me gusta más, que buena elección que me has hecho ¡tu sí que me conoces!
Ela: (la expresión de su cara se torna molesta mientras sus cachetes enrojecen) ¿Mamá, por qué le diste a Helena un vestido del mismo color del mío?
Mamá: Porque las dos son hermanas y quiero que lleven un color parecido.
Helena: (Riendo) Jajaja ¿Qué te sucede Ela? ¿No te gusta como el verde resalta tu panza de regordeta?
Ela: ¡MAMÁ!
Mamá: Ya basta muchachitas! ¿Qué pasa?
Ela: (dirigiéndose hacia Helena) Espero que en la fiesta te caigas y seas la burla de todos.
Helena: La burla serás tú Ela, luciendo como una rana con ese vestido verde. Jajaja.
Ela se le va encima a Helena y comienzan a pelear. La gente de la tienda se queda sorprendida al ver a las dos hermanas pelear con tanta agresividad.
Mamá: (tratando de separar a Ela y Helena) ¡NIÑAS,NIÑAS! ¡YA BASTA! ¿CÓMO ES POSIBLE QUE SE DIGAN COSAS TAN HORROROSAS LA UNA A LA OTRA?
Helena: (sacándole la lengua a Ela) La verdad suele ser horrorosa.
Ela: Mamá!
Mamá: Niñas, ustedes son hermanas. Tienen que apoyarse la una a la otra. No pelearse y burlarse entre ustedes de esa manera. ¿Qué pasa?
Ela: (con lágrimas en los ojos) Lo siento mamá. Pero me da mucha rabia ser gorda. Luzco como una rana con este vestido verde y no soporto la idea de ser la burla de todos en la fiesta y más aún cuando Helena luce tan delgada y bonita con el mismo color.
Helena: Ela, lo siento mucho. De verdad dije todo lo que dije para molestarte. Eres mi hermana y jamás sería capaz de burlarme de ti a propósito.
Ela: Me invadió un sentimiento extraño. No sé cómo explicarlo. Eres la hermana bonita y popular y yo no soy nadie. Eso me hace sentir con mucha rabia por dentro.
Mamá: Ela. Eso que sientes se llama envidia. Y no es bueno. La sentimos cuando una persona quiere algo que otra sí tiene, y eso le produce una irritación que produce malos pensamientos y hace decir cosas que no queremos. Tanto así, que no te has permitido observar lo hermoso que se te ven los ojos con el color del vestido.
Ela: (mirándose al espejo y secando sus lagrimas) Tienes razón mamá. De verdad que el verde resalta su brillo. Mamá, Helena, lo siento mucho. De verdad no quiero volver a sentir envidia ni reaccionar de la manera en que lo hice.
Mamá (abrazando a Ela): Descuida tesoro. La mejor manera de aprender es equivocándonos. Y debemos trabajar muy duro por lo que queremos en la vida, así no sentimos ese sentimiento hacia otras personas. La envidia daña la capacidad de gozar y de apreciar lo que posee uno mismo. También le hace daño al corazón.
Helena: (se acerca abrazando a mamá y a Ela) Como hermana mayor prometo siempre guiarte, Ela. Y también prometo no volver a burlarme de ti, sé que eso aumentó tu rabia.
ACTO 2
Vemos a Ela y Helena bailando juntas con los vestidos verdes en una fiesta repleta de niños y niñas. Aunque la diferencia de tamaño entre ambas es obvia, las dos se ven felices por igual.
FIN.
Que bueno me alegre mucho