Título de la obra: «La importancia de la verdad»
Autora: Janet Mora
2 personajes:
- Joshua (niño de 8 años)
- Señor Claus (abuelo de 65 años).
AMBIENTACIÓN: Dentro de la pequeña panadería del pueblo.
INTRODUCCIÓN: Joshua, un pequeño niño travieso, está dentro de la panadería del Señor Claus observando los deliciosos panecillos de chocolate recién horneados.
Joshua:(con la nariz pegada al vidrio que lo separa de los panecillos de chocolate recién salidos del horno) ¡Qué panecillos tan deliciosos Señor Claus! ¡Son los más provocativos que he visto en todo el año!
Señor Claus: (con cara de orgullo)Gracias querido Joshua, trabajé con mucha dedicación y cariño durante toda la mañana para que todos los habitantes de este hermoso pueblo se deleiten con los mejores panecillos que jamás han probado. Dejaré esta bandeja recién salida del horno aquí mientras voy por los otros, sé un niño bueno y vigílalos mientras voy por los otros, ¿si Joshua?
Joshua: Claro que sí Señor Claus, ¡confíe en mi!
El Señor Claus se retira hacia la cocina y queda Joshua solo junto con la bandeja de panecillos calientes. A Joshua le empieza a sonar el estómago.
Joshua: (tocándose el estómago) ¡Oh, pero qué hambre tengo! Y justamente hoy no traje mi dinero. Mi madre llegará del trabajo en dos horas. ¡No podré aguantar tanto!
Pasan cinco minutos, Joshua se ve desesperado.
Joshua: Pero, ¿por qué tardará el Señor Claus? Bueno, yo creo que si tomo uno solo él no se dará cuenta. Digo, es uno entre muchos. (Joshua toma uno de la bandeja y se lo devora rápidamente).
Vemos entrar al Señor Claus con una nueva bandeja.
Señor Claus: (dejando la bandeja al lado de la otra)Joshua, disculpa que me haya tardado tanto, tuve un pequeño accidente con la levadura, no dejaba de levantarse. Pero ya está todo en orden. ¿Sucedió algo durante mi ausencia?
Joshua: (nervioso y con voz débil) Oh no Señor Claus, todo en orden.
Señor Claus: ¡Buen Muchacho!
El Señor Claus toma la bandeja vieja para meterla en la exhibición cuando de pronto se percata de que falta un panecillo.
Señor Claus: (con rostro extrañado) ¡Joshua! Aquí me falta un panecillo. ¿Qué ha pasado?
Joshua: (con voz nerviosa) Eeeh, oh si Señor Claus, lo había olvidado… Cuando usted estaba en la cocina entró un niño y tomó uno sin pagar. Fue tan rápido que yo no pude hacer nada.
Señor Claus: ¡Qué extraño! ¿cómo era el niño?
Joshua: Eehh… Bueno… Era un poco más alto que yo, pecoso y su ropa estaba sucia. Creo haberlo visto antes por aquí. Si lo vuelvo a ver le gritaré a todo el pueblo que es un ladrón.
Señor Claus: (con voz muy seria) Oh querido Joshua. Me siento muy decepcionado. Mientras estaba resolviendo el problema de la levadura, te vigilaba por la cámara escondida de la panadería para asegurarme de que no te pasara nada. Y vi que tú tomaste el pan.
Joshua: (con lágrimas en los ojos) Discúlpeme Señor Claus, pero es que tenía demasiada hambre y no tenía dinero. Pensé que usted no se daría cuenta.
Señor Claus: Yo pensaba regalarte un panecillo a ti y otro a tu mamá por ser tan buen muchacho y haberme ayudado a cuidarlos. ¿Te das cuenta de que tu recompensa igual sería aliviar tu hambre?
Joshua: Lo lamento tanto, discúlpeme Señor Claus, no le diga nada a mi mamá por favor.
Señor Claus: No le diré nada a tu madre, Joshua. Pero espero que hayas aprendido la importancia de no mentir. Sobre todo porque le echaste la culpa a ese pequeño niño que siempre viene a comprar en mi panadería. ¿Qué hubiera pasado si yo no habría visto nada y me hubiese creído tu cuento? Ese pobre niño inocente se habría metido en serios problemas. ¿Ahora cómo haré para creerte la próxima vez?
Joshua: Me siento muy avergonzado. Prometo limpiar el piso de la panadería durante toda la semana en modo de disculpas.
Señor Claus: Acepto tu propuesta y tus disculpas Joshua. Espero que no vuelvas a mentir más.
Joshua: (se acerca al Señor Claus y lo abraza) No volverá a pasar.
Vemos como el Señor Claus le mete en el bolsillo del pantalón dos panecillos envueltos.
FIN.
que bonito final
hermoso final
Es buena porque nos deja una moraleja y enseñanza la moraleja es que no hay que mentir y la enseñanza es que hay que hacer caso y hacer las cosas con buena fe, buena para toda la familia y tambien para que los niños sean honrados.
que bonito final
que bonito final.